El material fotográfico tanto en su versión analógica como digital, debe conservarse adecuadamente para evitar su deterioro. Los negativos, las copias y las unidades de almacenamiento como CDs o pendrives, son susceptibles de ser atacados por agentes que de manera paulatina o violenta, pueden comprometer su estabilidad, razón por la cual es importante tomar las medidas que sean necesarias para preservar el material que, después de todo, representa el legado visual que dejaremos a futuras generaciones.
En el caso del material analógico, existen portanegativos y cajas de conservación para el almacenamiento de las copias, que deberán resguardarse preferiblemente en un lugar donde la temperatura y la humedad pueda controlarse. En el caso del material digital, lo mas adecuado es respaldarlo en internet, y tener al menos una copia de seguridad en disco.
Los factores que pueden generar deterioros pueden ser: intrínsecos (tienen que ver con las propiedades del material, por ejemplo la combustibilidad del plástico), biológicos (causados por organismos vivos como los hongos), atmosféricos (tienen que ver con las condiciones del lugar, por ejemplo la humedad), y antrópicos (causados por el hombre, por ejemplo mala manipulación)
Si se observa algún deterioro en el material fotográfico, lo mejor es llevarlo a un especialista que pueda frenar su avance, y eliminar en la medida de lo posible, el agente que lo causa; en cualquier caso, lo importante es no comprometer mas de la cuenta el soporte. La restauración digital es una opción que permite restituir la imagen sin intervenir físicamente la fotografía. En general, la restauración es el procedimiento que se activa cuando los intentos de conservación han fallado y que busca revertir los efectos del deterioro para llevar en tanto sea posible, el material fotográfico a su estado original.